Colombianadas

Si usted ha aplaudido cuando aterriza el avión, ha colgado una mata de sábila en la puerta, deja todo para última hora, ha tocado madera, dado papaya, jurado que nunca más va a volver a tomar, se ha colado en una fila; no lee las instrucciones de los electrodomésticos, se echa la bendición cuando se pasa en un bus al frente de una iglesia, ha metido plata en pirámides, le ha puesto forro al control remoto, llega tarde a todas partes pero le madruga a la Navidad en octubre, o le ha llevado aguardiente al familiar ilegal que todos tenemos en Estados Unidos, no se puede perder las Colombianadas de Mauricio Quintero.